CASA ANAYA

En “Casa Anaya”, la piel blanca del interior cicatriza al exterior cuando se asoma para aproximarse a nuestro contacto (visual y táctil). El diseño de la vivienda parte de un proceso de trabajo similar al del vaciado en escultura. Primeramente, se define un volumen base, fruto de las necesidades solicitadas por el cliente, tales como la orientación y los usos de los espacios. Seguidamente, mediante un proceso de vaciado, se modela definitivamente con el propósito de enfatizar las posibilidades de captación y de protección solar, organizando así una piel que nos hace percibir 'el movimiento de la erosión.'

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Tanto la erosión como la oxidación son rastros del paso del tiempo. Así, a la hora de seleccionar un material que, por su naturaleza haya sufrido profundos procesos de transformación en el tiempo para su materialización, se seleccionó la pizarra roja natural. Del mismo modo, se dispusieron las puertas, seleccionando piezas metálicas de acero oxidado a los que se les dotó del mismo despiece que los paños de piedra natural.