CASA ÁLVARO

Dos volúmenes paralelos separados por la escalera. Se recortan en función de los accesos de vida exterior al edificio; se abren los huecos de luz para dar vida interior a las estancias.

​

La escalera interior fue un encuentro positivo con los errores del constructor en obra. Había que resolver el hecho de que habían colocado los peldaños de madera de la escalera principal sin hueco lateral para el paso de la barandilla de protección. Tras dialogar en obra con el herrero, vislumbré la posibilidad de inclinar los barrotes en forma de pletina para hacerlos pasar por entre los peldaños. Después, le siguió la idea de atravesar los peldaños con varilla redonda que equivale al taladro de cualquier broca existente en el mercado. Así, de un problema de obra se generó "in situ" un interesante resultado final.